La mitad de la belleza depende del paisaje;
y la otra mitad de la persona que la mira. Los más brillantes amaneceres; los más románticos atardeceres; los paraísos mas increíbles; se pueden encontrar siempre en el rostro de las personas queridas. Cuando no hay lagos más claros y profundos que sus ojos; cuando no hay grutas de las maravillas comparables con su boca; cuando no hay lluvia que supere a su llanto; ni sol que brille más que su sonrisa. La belleza no hace feliz al que la posee; sino a quien puede amarla y adorarla; Por eso es tan lindo mirarse cuando esos rostros se convierten en nuestros paisajes favoritos. La otra mitad , Herman Hesse.domingo, 18 de agosto de 2024
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