Nas alturas mais complicadas da minha vida escrevo os melhores capítulos.

Não há passos perdidos.


sábado, 18 de maio de 2024

 "[...] Eu digo que ninguém se perdoa no tempo.

Que a loucura tem espinhos como uma garganta. [...]"

Herberto Helder

quarta-feira, 15 de maio de 2024

debaixo de uma árvore também nascem flores

23 anos desde aquela primeira madrugada que me deste,

nasci de mãe,

nasceste de filha.

Uma filha de olho escancarado e cabelo espetado,

hoje uma doce primavera de Botticelli.

é deixar desabrochar,

q.b.

ver se entre a tua primavera e o meu outono

amenizamos o teu verão e o meu inverno.



terça-feira, 14 de maio de 2024

 Estamos sempre indo ao encontro um do outro, mas nunca se chega.

Gabriel Fauré – Pavane, Op. 50 conducted & arranged by Tomasz Chmiel, Th...

quarta-feira, 8 de maio de 2024

segunda-feira, 6 de maio de 2024

domingo, 5 de maio de 2024

 Sobre isto de ser mãe,

tive dúvidas sobre se deveria de ser mãe ou não,

acabei por crescer meio sozinha,

a minha mãe foi uma mãe ocupada, esfriada e rigorosa.

Depois de mim veio a minha irmã Isabel, que morreu com meses, mais tarde foi o desgosto do desejado rapaz que não chegou a nascer.

Fui crescendo por ali, por sorte numa terra com muito céu,

entre avós, empregadas, colegas professoras, ou a mãe de alguma amiga,

tive ao longo da vida não um, mas vários modelos de referência de mãe,

que me moldaram como filha emprestada ocasional.


E eu na dúvida, entre ser e não ser, arrisco.

Não me lamentar do que poderia ter sido, essa é a pior das dores.

Fui por isso mãe de duas filhas desejadas,

E sou a mãe possível.

Apesar de,

e neste papel só aprendido sendo, 

o que fizermos e o resultado, só o saberemos muito depois.

Dar conta do recado dos filhos, do trabalho, das casas e dos afins presentes ou ausentes,

não é tarefa que se consiga sem cometer erros.

>E nós??

O que resta da criança que nasceu, 

parida à força,

que tarda em desabrochar, 

da criança que sobreviveu?

sábado, 4 de maio de 2024

Emil Nolde


 

 «Senti o sabor da mortalidade na minha boca e, nesse momento, compreendi que não ia viver para sempre. Demora muito tempo a aprender isso, mas quando finalmente se aprende, tudo muda dentro de nós, nunca mais voltamos a ser os mesmos. Tinha dezassete anos e, de repente, sem a mais pequena sombra de dúvida, compreendi que a minha vida era minha, que me pertencia a mim e a mais ninguém.»

— Paul Auster, in Palácio da Lua

sexta-feira, 3 de maio de 2024

quinta-feira, 2 de maio de 2024

quarta-feira, 1 de maio de 2024


 


 

El día en que Siri conoció a Paul:


«23 de febrero de 1981. Estoy saliendo con J. del recital de poesía y nos detenemos en el vestíbulo de la 92nd Street Y para hablar de los poemas que acabamos de escuchar. Desde donde estoy me fijo en un hombre atractivo que está parado frente a la puerta. Tiene la cara delgada, los ojos enormes y la boca pequeña y delicada; el pelo casi negro y la piel morena clara. Fuma un puro pequeño, y se encorva dentro de su cazadora de cuero y de sus tejanos azules cada vez que se lo lleva a los labios. Me fijo en que tiene los pies bastante grandes, y también me gustan esos pies. En cuestión de segundos lo he abarcado con la mirada y me siento mareada por la atracción. No recuerdo si J. me ve comérmelo con los ojos y me dice que lo conoce, o si yo le pregunto si tiene alguna idea de quién es. «Es Paul Auster –dice–, el poeta». Nos presenta y los tres vamos en taxi al centro. En el asiento trasero Paul habla de George Oppen, el poeta al que acaba de visitar en California. Me gusta su voz, y me gusta la calidez y la ternura que percibo en ella cuando habla de «George». Entonces no lo sabía, pero ahora me pregunto si no me resultaba familiar lo que oía. Mi padre tenía esa cualidad cuando estaba vivo, y entonces lo estaba. Su voz cambiaba de inflexión cuando hablaba de alguien a quien apreciaba. En el taxi ya estoy enamorada, delirante, embelesada, arrebatada, y estoy tratando de disimular. El hombre que tengo al lado no lo está. Lo veo en sus ojos velados, pensativos.
»No le dejo solo ni un instante. En la fiesta solo hablo con él. Hablamos. Hablamos. Paseamos por la calle y hablamos. Nos sentamos en un bar y hablamos. Los ojos hermosos empiezan a enfocar. Me está mirando, me está escuchando. Noto que le gusto.
»Son las primeras horas de la mañana y estamos juntos en West Broadway. Estoy muy cerca de él, mirándolo a la cara, pero ahora, después de horas y horas de hablar, no tengo nada que decir. Es tarde. La velada se ha acabado, y volveré a casa y pensaré en él. De pronto él me besa, y es el mejor beso del mundo. Un taxi se para y nos subimos juntos a él.
»Poco después leí sus poemas, sus ensayos y finalmente la primera mitad de La invención de la soledad, «Retrato de un hombre invisible». Para entonces ya había muchos libros dentro de mí, pero estos me sorprendieron por su originalidad. Conocí al hombre antes de leer lo que había escrito, pero si no me hubiera entusiasmado su obra como me entusiasmó, o si él no hubiera admirado mi forma de escribir, las cosas habrían cambiado. Nuestro trabajo ha constituido un componente íntimo de nuestra relación amorosa y de nuestros veintitrés años de matrimonio, pero lo que leí no fue entonces, ni lo es ahora, lo que sé cuando estoy con él. Su obra proviene de ese lugar en su interior que nunca llegaré a conocer».

—Siri Hustvedt

“Se vive solo. Los demás están a nuestro alrededor, pero vivimos solos. A veces conseguimos asomarnos al misterio del otro, penetrar en él, pero es muy poco frecuente. Es el amor, principalmente, el que permite esos encuentros”,

Paul Auster 1947-2024

 


“O mundo é tão imprevisível. As coisas acontecem de repente, inesperadamente. Queremos sentir que estamos no controlo da nossa própria existência. Em alguns aspectos somos, em alguns aspectos não somos. Somos governados pelas forças do acaso e da coincidência.”

Paul Auster

"Ler foi a minha fuga e o meu conforto, o meu consolo, o meu estimulante de escolha: ler pelo puro prazer, pela bela quietude que te rodeia quando ouves as palavras de um autor reverberação na tua cabeça.”

Paul Auster

Tenho a impressão de que ando em círculos, que vou em várias direções ao mesmo tempo. Mesmo quando consigo seguir em frente, não tenho certeza se estou indo na direção certa. Apenas vagar pelo deserto não significa que exista uma terra prometida.

Paul Auster

Bruno Walpoth