«Las cosas no son como las vemos sino como las recordamos»
Valle Inclán
Cuando dos almas se encuentran
Cuando dos personas logran tener una química cabrona, un lazo que arde, ni el tiempo, ni la distancia, ni el orgullo.pueden apagar ese fuego que nace. Porque no es solo el roce de la piel, es el eco de las risas, las miradas que hablan, el temblor en el aire cuando sus mundos se rozan, chocan y vuelven a encontrarse. Pase lo que pase, aunque todo conspire, aunque las palabras hieran o el silencio grite, hay algo indomable, como un imán invisible, que los empuja, los acerca, los une. Son como ríos que siempre desembocan en el mismo mar, por más que intenten huir. Son la tormenta y la calma, la lucha y el refugio, el caos perfecto donde siempre quieren vivir. Y es que cuando el destino susurra sus nombres, cuando la piel clama y el alma responde, no hay barrera que los detenga, no hay fuerza que los aparte. Siempre terminan buscándose, porque lo que tienen va más allá de lo humano, es fuego eterno, es vida en su esencia, es amor, puro, salvaje, inevitable.Os altamente sensíveis tendem a ser filosóficos ou espirituais em sua orientação, em vez de materialistas ou hedonistas. Eles não gostam de conversa fiada. Eles frequentemente se descrevem como criativos ou intuitivos. Eles sonham vividamente, e muitas vezes conseguem lembrar-se dos seus sonhos no dia seguinte. Eles adoram música, natureza, arte, beleza física. Eles sentem emoções excepcionalmente fortes - às vezes ataques agudos de alegria, mas também tristeza, melancolia e medo. Pessoas altamente sensíveis também processam informações sobre seus ambientes - tanto físicos como emocionais - invulgarmente profundamente. Eles tendem a notar subtilezas que os outros perdem - a mudança de humor de outra pessoa, digamos, ou uma lâmpada queimando um toque demasiado brilhante. ~Susan Cain
Hoje pude voltar a ouvir os Supertramp, era uma coordenada direta para ti.
E finalmente pássaros,
podemos voar ao ponto interrompido,
à nossa paixão adiada que não nos deixaram viver.
Desde a primeira vez que te olhei,
a chegares da praia, tão adolescente.
Nunca eu tinha visto um surfista de perto.
No Alentejo o mar é seco.
E a tua rebeldia era o mar adentro.
Senti o sabor sem o provar.
Ainda cheiras a Tzar?
Tenho que ir ver se ainda restam algumas folhas das cartas trocadas,
que nos roubaram, manchadas de amor e lágrimas.
E ainda és e ainda sou, e ainda somos esse rastilho.
Dijo una vez Paul Auster: "Yo había saltado desde el borde del acantilado y justo cuando estaba a punto de dar contra el fondo, ocurrió un hecho extraordinario: me enteré de que había gente que me quería. Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caída, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror. Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caída de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad".
«A los diez años, creía que el mundo era de los adultos. Podían hacer el amor, fumar, beber a su antojo, ir a donde quisieran pero, sobre todo, aplastarnos con su poder indomable. Ahora sé, por larga experiencia que, en realidad, no hay adultos, sólo niños envejecidos.
Quieren lo que no tienen: el juguete de otro, tienen miedo de todo, obedecen siempre a alguien, no disponen de su existencia, lloran por cualquier cosa, pero no son valientes como lo fueron a los diez años. ... Lloran, lo hacen de noche, en silencio y a solas». - José Emilio Pacheco.